También conocida como “hongos en las uñas”. Se trata de una enfermedad infecciosa por ciertos hongos que se alimentan de la queratina que contienen las uñas causando cambios en su forma y color. Hay muchos factores de riesgo para el contagio como la humedad constante en manos y pies, el uso de calzado cerrado y caliente (botas de caucho o industriales), tener algún tipo de deformidad previa en la uña, compartir espacios como duchas con gente contagiada, etc. El tratamiento dependerá de varios factores como el tipo de hongo, el número de uñas afectadas, las enfermedades de base del paciente, etc. Las uñas tienen una tasa de crecimiento lento, razón por la cual el tratamiento es prolongado; la uña sana demorará en aparecer mientras se desplaza la uña infectada.