Tecnología no invasiva
La luz intensa pulsada o IPL (del inglés “Intense Pulsed Light”) elimina las huellas que los años, el estrés, y sobre todo, el sol, dejan en la piel, proporcionando un rejuvenecimiento global y uniforme del rostro, cuello, escote e incluso manos.
La IPL no es dolorosa, pero puede causar molestias en el momento de la aplicación, en las que puede sentirse una sensación leve de ardor o de quemazón que suele calmarse en menos de 10 segundos.
Si. En todos los casos una sola sesión no es suficiente para ver los resultados esperados. Sin embargo, es posible que desde la primera sesión algunos puedan ser visibles; serán mas notorios a medida que avanza el tratamiento.
Depende del tipo de condición de la piel que va a ser tratada, es por esto que siempre antes de iniciarse de un tratamiento con IPL es necesario una valoración por un dermatólogo.
El tratamiento con la luz pulsada no se recomienda para personas que estén haciendo uso de Roacután, corticoides, anticoagulantes o medicamentos fotosensibilizantes, ya que la piel es más sensible, pudiendo causar quemaduras si se realiza este procedimiento. Además de esto, la IPL no está indicada para personas que tienen la piel bronceada, tienen vellos blancos en la región a tratar, presentan signos de infección en la piel o alrededor de las heridas, o que tienen cáncer de piel.