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Preguntas Frecuentes
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La toxina botulínica es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Su uso a nivel médico está muy extendido en diferentes especialidades como la oftalmología, neurología, rehabilitación y dermatología.
No, es una creencia común. La toxina bloquea temporalmente la comunicación de los nervios y músculos. La duración varía entre 4-6 meses y al terminar su efecto el paciente recupera el movimiento muscular que tenía previo a la aplicación y aparecen las mismas arrugas que presentaba antes.
Muchas personas confunden los efectos de la toxina botulínica con las complicaciones de los biopolímeros que se aplicaban hace muchos años. La toxina no cambia las facciones ni modifica el volumen de la cara. Simplemente suaviza las arrugas de manera temporal y reversible.
La toxina puede aplicarse en hombres y mujeres que deseen suavizar las líneas de expresión de la cara. Estas líneas comienzan a aparecer en muchas personas desde edades tempranas (25 años) y aplicar la toxina previene que no se profundicen o marque más a largo plazo.
El efecto secundario más frecuente es la aparición de un pequeño hematoma en algún punto de inyección. Dicho hematoma se disimula fácilmente con maquillaje, que se puede aplicar a partir de las siguientes 24 horas.