El tratamiento de la rosácea se centra en controlar los signos y síntomas. En la mayoría de los casos, esto requiere una combinación de tecnologías y medicamentos recetados. La duración del tratamiento depende del tipo y gravedad de los signos y síntomas.
La rosácea generalmente causa un enrojecimiento persistente en la parte central de la cara. Los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas a menudo se hinchan y se hacen visibles, es muy frecuente tanto como en mujeres como en hombres.
Esto puede afectar en gran medida la vida social y laboral de las personas, es por esto que nuestros dermatólogos se toman el tiempo de explicar con claridad a los pacientes todo a cerca de su condición, los posibles agravantes y cuidados para mejorar progresivamente la sintomatología.
La rosácea es una afección crónica de la piel que consiste en la inflamación de la nariz, la barbilla, las mejillas, la frente o los párpados, y que puede aparecer como enrojecimiento, vasos sanguíneos prominentes similares a una araña, inflamación o erupciones en la piel en ocasiones parecidas al acné.
Sí, las pacientes con rosácea pueden maquillarse sin problemas, aunque es conveniente que utilicen productos de buena calidad y para pieles sensibles. Es preferible que el maquillaje no sea resistente al agua, ya que lo productos que deben usarse para su remoción pueden resultar agresivos para la piel afectada. En cuanto a la limpieza del rostro, se debe evitar exfoliar la piel afectada, debido a que esto irrita y empeora la rosácea. Además, conviene ser suave, no emplear agua muy caliente y usar limpiadores para piel sensible.
En cuanto a sus manifestaciones clínicas, en su primera etapa se presenta como un enrojecimiento transitorio que con el tiempo se hace persistente. Además, es común que aparezcan pequeños vasos sanguíneos dilatados que se denominan “telangiectasias”. Con la evolución del cuadro, pueden aparecer lesiones inflamatorias que tiene el aspecto de granos, que se denominan pápulas y pústulas, que muchas veces simulan un cuadro de acné. En su etapa más avanzada, puede ocurrir un engrosamiento de la piel y una dilatación de sus poros, hechos que le confieren a la misma un aspecto de cáscara de naranja. En los casos más extremos, este engrosamiento cutáneo puede derivar en una rinofima, que es cuando la nariz se ve exageradamente hinchada y enrojecida (esta situación es más común en hombres que en mujeres). De forma habitual, estos signos pueden acompañarse de síntomas tales como quemazón, ardor e incluso dolor de la piel afectada.
La rosácea es mas frecuente en personas de piel clara , y a pesar de que la incidencia máxima se inicia a partir de los 30 años, encontramos personas jóvenes con mucho eritema en pómulos y mejillas (eritrosis facial), que en ocasiones no es mas que el preámbulo de la rosácea. Suele afectar mas a personas expuestas a la intemperie.
No necesariamente, lo ideal es que el médico dermatólogo valore el tipo y grado de rosácea que presentas para proponer el mejor tratamiento. Muchas veces es suficiente con cambios en la rutina de cuidado pero hay otros casos en los que debemos utilizar aparatología (radiofrecuencia, luz pulsada intensa, láser, entre otros), para lograr una mejoría de los síntomas y signos de la rosácea.