El láser diodo, y algunos otros láseres del mercado, tiene la capacidad de producir la destrucción del folículo piloso de manera permanente, sin embargo, existen pelos muy claros o pequeños que con la tecnología disponible actualmente en el mundo no se consiguen destruir. Estos pelos pequeños son prácticamente imperceptibles sin métodos de magnificación, por lo que se consideran clínicamente no significativos.
Algunos pacientes podrán requerir sesiones de retoque en algunos años, especialmente después de cambios hormonales (embarazo, uso de algunos métodos antinconceptivos).